viernes, 14 de junio de 2013

Curso 2. Anotaciones sobre el Módulo 2

¿Qué somos capaces de hacer cuando usamos lenguas extranjeras?

Cuando estudiamos una lengua extranjera lo hacemos con un objetivo. Con independencia de cuál sea éste, será necesario que seamos capaces de llevar a cabo una serie de tareas que incluyan acciones comunicativas.

El Marco común europeo de referencia (MCER) define las tareas como «cualquier acción intencionada que un individuo considera necesaria para conseguir un resultado concreto en cuanto a la resolución de un problema, el cumplimiento de una obligación o la consecución de un objetivo».

En el aprendizaje de lenguas, el MCER propone utilizar tareas comunicativas que tanto pueden ser de la vida real (contextualizadas) como pedagógicas. Para el desempeño de dichas tareas se utilizan una serie de estrategias que son particulares para cada tipo de actividad comunicativa. En común tienen cuatro fases de actuación: planificación, ejecución, evaluación y corrección.

Las estrategias activan, a su vez, una serie de competencias de los usuarios, tanto comunicativas como generales, y que inciden en el uso y el aprendizaje de la lengua. Las competencias son conocimientos, habilidades y actitudes. El MCER añade, además, que «la realización de una tarea por parte de un individuo supone la activación estratégica de competencias específicas en un ámbito concreto con un objetivo claramente definido y un resultado específico».

En cuanto a las competencias, se dividen en dos grupos: las comunicativas (lingüísticas, sociolingüísticas y pragmáticas) y las generales (de conocimiento, de destrezas y habilidades, existencial y capacidad de aprender).
Es tarea del profesor de lengua extranjera ayudar al alumno a desarrollar esas competencias.

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